jueves, 25 de febrero de 2016

CINE Y EDUCACIÓN (I): HOLLAND

¿Quién se apunta a una sesión de cine? Os propongo adentrarnos en las películas que nos hablan de forma directa o indirecta sobre la educación. Tenemos ejemplos muy claros, como Rebelión en las aulas (1967), El club de los poetas muertos (1989), Mentes peligrosas (1995) o Una mente maravillosa (2001). Hay también otros ejemplos menos conocidos, o que tienen la educación o la figura del profesor como un elemento clave de la trama pero no como tema central. Entre estas últimas, podemos citar títulos como La piel dura (1976), Profesor Holland (1995), American history X (1998), Cadena de favores (2000) o Déjate llevar (2006).


Pero, ¿por qué se produce este reflejo de la educación en el cine? Los medios de comunicación transmiten una imagen concreta de la educación y el profesorado. ¿Se corresponde con la realidad el estereotipo que transmiten? Tal como señala la psicóloga Felicidad Loscertales Abril: “Aunque se discute mucho si los medios crean la opinión pública o la siguen y confirman, en el estado actual de la cuestión es innegable que existe una relación circular e interactiva entre ambos fenómenos”. Loscertales considera que en el cine no se trata la educación para revisar la ideología pedagógica o por mejorar la práctica docente, sino que suele usarse a sus protagonistas (profesores y alumnos) para tratar temas más amplios, actuales y generalmente de calado social, en los que sin duda se otorga ciertos atributos a la figura del profesor.