¿Quién
se apunta a una sesión de cine? Os propongo adentrarnos en las películas que
nos hablan de forma directa o indirecta sobre la educación. Tenemos ejemplos
muy claros, como Rebelión en las
aulas (1967), El club de
los poetas muertos (1989), Mentes
peligrosas (1995) o Una
mente maravillosa (2001). Hay también otros ejemplos menos conocidos,
o que tienen la educación o la figura del profesor como un elemento clave de la
trama pero no como tema central. Entre estas últimas, podemos citar títulos como
La piel dura (1976), Profesor Holland (1995), American history X (1998), Cadena de favores (2000) o Déjate llevar (2006).
Pero,
¿por qué se produce este reflejo de la educación en el cine? Los medios de
comunicación transmiten una imagen concreta de la educación y el profesorado.
¿Se corresponde con la realidad el estereotipo que transmiten? Tal como señala
la psicóloga Felicidad Loscertales Abril: “Aunque se discute mucho si los
medios crean la opinión pública o la siguen y confirman, en el estado actual de
la cuestión es innegable que existe una relación circular e interactiva entre
ambos fenómenos”. Loscertales considera que en el cine no se trata la educación
para revisar la ideología pedagógica o por mejorar la práctica docente, sino
que suele usarse a sus protagonistas (profesores y alumnos) para tratar temas
más amplios, actuales y generalmente de calado social, en los que sin duda se
otorga ciertos atributos a la figura del profesor.