“Y en primavera lancé mis
dados. Salieron seises y nos besamos”, recuerdo. Fue una gran primavera.
Nuestro amor floreció y la pasión se convirtió en nuestro hábitat. Durante el
verano empezamos a aburrirnos con la rutina playera. El gris otoño mató
nuestros sueños y nos volvió tristes. Maldigo el invierno en el que ella
apareció y se llevó tu vida. La primavera nunca volvió.
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