De
verdad que te quiero,
pero inocentemente,
como la bruja clara donde pienso.
De verdad que no te quiero,
pero inocentemente,
como el ángel embaucado que soy.
Te quiero,
no te quiero.
Sortearemos estas palabras
y una que triunfe será la mentirosa.
Amor...
( ¿Qué digo? estoy equivocada,
aquí quise decir que ya te odio. )
pero inocentemente,
como la bruja clara donde pienso.
De verdad que no te quiero,
pero inocentemente,
como el ángel embaucado que soy.
Te quiero,
no te quiero.
Sortearemos estas palabras
y una que triunfe será la mentirosa.
Amor...
( ¿Qué digo? estoy equivocada,
aquí quise decir que ya te odio. )
Discurso
de Eva, Carilda Oliver Labra
Adán es exigente con Eva, cada vez le acarrea más responsabilidades. En parte porque la considera inferior, y en parte porque siente algo muy extraño por ella. Se muere de ganas por desnudarla, acariciarla y hacerle el amor, pero la Creadora se lo tiene expresamente prohibido, eso es algo que solo se le permite con ella, no con Eva. Por ello, Adán compensa a menudo su frustración comportándose de modo caprichoso.
A Eva por su parte le está costando entender la
situación. Al principio solo sentía confusión. No entendía por qué Adán la
trataba así, ni por qué la Creadora la excluía de las actividades nocturnas,
que además no sabía en qué consistían, pues ambos se niegan a revelarle el
secreto.